domingo, 3 de enero de 2016

Reflexiones de un viajero: Primeros dos destinos

Nota: Lamentablemente no podré contarles del trayecto a mi primer destino porque me encontraba leyendo un libro buenísimo sobre el movimiento estudiantil del 2011 en Chile.

No vale nada la vida…

El estado que en 1926 viera nacer a José Alfredo Jiménez y que en el 95 le tocara bailar con la más fea (Vicente Fox), sería mi primer destino. Guanajuato… ¿Qué no hemos escuchado de este estado? La cajeta de Celaya, la industria de León, la historia que ronda por calles y callejones de Guanajuato, las fresas de Irapuato. Claro que por esto y mucho más Guanajuato se ha vuelto un sitio turístico obligado.
Guanajuato, Guanajuato fue mi destino en este hermoso estado – en realidad iba ser León, pero a mi padre “le movieron la carretera”-. ¡Qué bella es Guanajuato! Recuerdo de chico haber ido un par de veces a esta ciudad y todo había salido muy bien – bueno, a excepción de mi hermano que lloró al ver a las momias- yo recordaba a la figura del Quijote sobre explotada en sus tiendas y siempre me preguntaba: “¿Quién habrá sido ese señor?”. Años más tarde conocí al Valeroso Hidalgo y a su fiel escudero, eran los protagonistas del libro más hermoso que he leído; hoy me encontraba deseoso por encontrar a ese flacucho caballero o algo que tuviese relación con el libro para saciar mi hambre de consumismo, pero… No estaba ya. El Quijote había sido cambiado por la catrina – al parecer la mujer sigue ganando terreno- y mi hambre de consumismo se convertía en una jaqueca pos depresiva.

Después de tan dolosa decepción decidí empezar a mirar y admirar lo hermosa que resulta esta ciudad. Mis padres me pedían que les tomara fotos cada cinco pasos y mi hermano refunfuñaba porque me imagino le daba pena – mi hermano tiene 14 años, la edad en la que los hijos se avergüenzan de sus padres comúnmente- o talvez sólo quería llegar al hotel. Yo cumplía a regañadientes con tomarles las fotos y aprovechaba para tomar una que otra a la bella ciudad de Guanajuato.

“Mágica” … Tal vez así podría describir a Guanajuato, y es que en un momento decidí bajar la vista, empezar a ver a la gente y me di cuenta que no sólo había turistas y vendedores. También habían ancianos; bella y mágica ciudad de Guanajuato que haces ver la necesidad invisible, que haces pasar desapercibidos a los y las ancianos que se encuentran sentados en el suelo – quién sabe cuánto lleven y cuánto durarán ahí- con la mano extendida, arrugada, seca y sin voz. Y me pregunto, ¿de qué sirve tu magia si no lleva alegría? ¿de qué sirve tu magia si no sacia el hambre?






Un día una noche fue lo que duramos en Guanajuato para después emprender camino hacia la Heroica Puebla de Zaragoza. La visita a este lugar me causaba singular alegría pues después de años podría conocer a dos grandes amigos que conocí a través de Twitter: Chilox y Cyara.

¿Qué ha escuchado usted recientemente de Puebla? – conteste esta pregunta antes de continuar-


Lo primero que puede ver uno al entrar es una estructura inconclusa cuyo final no se alcanza a percibir, pero cifras oficiales presumen una longitud de 13.3 km y una inversión de 10mmdp por parte de la SCT. La estructura cobija a la ciudad con el ego de quien busca ser presidenciable. La estructura incentiva al automóvil como toda la infraestructura en esta ciudad. ¿Cuánto segundos pisos se necesitan para pensar en el peatón?

Antes de continuar: Sí, sí comí mole. Me comí unas enchiladas de 3 moles riquísimas.


Palacio municipal de la Heroica Puebla de Zaragoza
De Puebla aprendí que los taxistas en Jalisco son lo mejor, incluso me dieron ganas de volverme anti-Uber. Y es que los taxis son caros, feos y los taxistas manejan peor que chófer de ruta “certificada” en Jalisco en hora pico.
-       Son 90 pesos, jefe. - dijo el taxista con tono chilango
Así llegaba a un caótico centro que era víctima de compras de pánico para Navidad un 20 de diciembre. El zócalo estaba peor de lleno, pero lucía hermoso, al igual que el palacio municipal y el coro que cantaba a un lado de este.


Catedral de la Heroica Puebla de Zaragoza

























Palacio municipal de la Heroica Puebla de Zaragoza
































Mis padres insistían ir al Africam Safari porque pues el hotel nos aburría y se les hizo buena idea quedarnos dos días en Puebla. De dicha visita sólo rescato el poder darme cuenta de la gran desigualdad de que hay en Puebla – al igual que a lo largo y ancho de la república-. Viviendas de interés de un lado y estructuras empresariales del otro…
Puebla me dejó con un mal sabor de boca, como cuando pido mi torta ahogada sin frijoles y le ponen frijoles.
Mi segunda noche en Puebla la pasé pensando que por la mañana partiríamos hacia Oaxaca, pero...



Para ver más fotografías del viaje pueden hacerlo en mi cuenta de Instagram: Pizzeto11. Y para cualquier duda, comentario o sugerencia en mi correo: damian.carmona04@gmail.com


Continuará…

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