martes, 5 de enero de 2016

Reflexiones de un viajero: Yo sólo quería bailar danzón

Favor de leer con esta bella canción:











Pero mi padre decidió que partiríamos a un destino cuyas marimbas son capaces de seducir a cualquiera. "Este torito que traigo..."
Veracruz... ¿Qué ha escuchado usted recientemente sobre este estado?


Entramos por la ciudad de Xalapa para quedarnos maravillados de tan frondosos árboles, tan educada población en cuestión de vialidad y tan presente la demanda social hacia los tres niveles de gobierno en mantas colocadas en domicilios o alumbrado público. Efímero fue mi paso en esta ciudad, pues nos esperaba el cuatro veces Heroico Puerto de Veracruz.
Faro "Venustiano Carranza"
Yo ya había visitado en más de una ocasión Veracruz -en mi mente-. Había bailado danzón en el puerto con una señora de avanzada edad que guiaba mis pasos suavemente mientras la marimba sonaba en una mesas de los restaurantes de la zona, las aves pasaban y escuchaba algún zapateado dos cuadras atrás.
A Veracruz la había perdido en el concurso "La Juventud y la Mar" en el cual había escrito y descrito mi anhelo en prosa, con tal ahinco que me esperaba triunfador en tierras jarochas.
A Veracruz la anhelaba desde hace tiempo, la anhelaba como aquel que ve el tiempo perdido, el ser difunto y la rosa marchita. Marchita, esa palabra...

El puerto me recibía con gran calor y no sé si al calor culpar de mi decepción. Marchita, así quedaba mi Veracruz querida. Marchitos quedaron mis recuerdos, mis anhelos, mis versos.
A Veracruz lo salva su gente, su comida, su "Torito". A Veracruz lo habían dejado a su suerte, decadente, con su centro histórico en una agonía prominente, anhelando no fuese permanente.

Portal de H. Ayuntamiento de Córdoba
El puerto lucía olvidado, en ocasiones atiborrado de turismo y diversos sonidos, pero el danzón esa noche se hizo ausente.


- ¡Jefe, le vengo ofreciendo los relojes 100% piratas!- Nos decía un señor en el zócalo mientras tratábamos de platicar.

- ¿Le ofrezco la botana, mami?- Nos ofrecían por allá.


Mis padres, molestos por no poder charlar sin que alguien llegara a ofrecerles lo mismo que le ofrecieron hace dos sujetos o minutos. Yo me limitaba a sonreír y decir "no" mientras algo me iba haciendo eco en mi interior. No sabía si era el Torito que me estaba tomando - quienes me conozcan sabrán mi flaqueza ante el alcohol- o mis ganas de llorar porque nadie estaba bailando danzón.



Comimos en Córdoba, tratando de quitarnos el mal sabor de boca que nos había dejado Veracruz y anhelando un Coatzacoalcos en su máximo esplendor. De pronto, me paré a pensar: ¿por qué tanto reclamo popular? Vi las noticias y los pensionados había sido golpeados por policías estatales; vi una detención en plena carretera; vi gente de la marina en una plaza, soldados patrullando las calles; vi las carreteras y noté que estaban en pésimo estado; recordé el malecón y vi necesidad en el hecho de que no pudiese uno estar sentado un minuto sin que le ofrecieran alguna mercancía.


Caseta de cobro a la que llegábamos, una ola de vendedores se acercaban a los carros. 20 creo haber visto, o tal vez más. En la carretera no pasaban 200 mts sin que uno viera un puesto de "Toritos", café o jugo de piña. La pregunta obligada era: ¿Cuánto tiempo llevan esas personas ahí?- y de ahí me llevaba a otra pregunta- ¿Ya habrán comido?


Por la noche llegamos a Coatzacoalcos del cual no pude ver mucho, así es que no diré nada... Les dejaré algunas fotos que me sorprendieron de Coatzacoalcos a mi partida por la mañana:



Murales en departamentos sobre el malecón



























Vista desde el malecón de Coatzacoalcos




No dejaban de pasar por mi cabeza esas preguntas, esas personas y esas luchas que aparentemente se ven ahora en una Guerrilla en Veracruz - aunque el gobierno lo desmiente-. Y no dejará de pasar por mi mente tampoco esa triste decepción de no poder bailar danzón, de sólo ver la danza del vendedor.


"Alerta independiente" en Xalapa

Anuncio en vehículo de la marina en Boca del Río



"Torito" bebida típica


Pero había llegado la hora de irnos a lo que sería el destino final, ya era hora de llegar a la tierra "Verde", a la tierra de la Rebeldía, a la de la dignidad indígena...






Para ver más fotografías del viaje pueden hacerlo en mi cuenta de Instagram: Pizzeto11. Y para cualquier duda, comentario o sugerencia en mi correo: damian.carmona04@gmail.com



Continuará…

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